Alguien, hace muchísimo tiempo, supo enseñarme el significado de esas palabras, quizás, al día de hoy, ni siquiera recuerda que me lo enseño, y probablemente esté sentada bajo este mismo cielo, estudiando para rendir alguna que otra materia de la facultad, sin pensar en todo el camino que recorrió y lo que fue dejando atrás.
Cuando un ser humano comienza a caminar para alcanzar algo, el camino que queda atrás, se vuelve irreversible, nada de lo que ha quedado, puede volver a tomarse, flores, senderos, piedras, copos de nieve, brisas, descansos, rayos de sol, animales, plantas, seres... Todo queda atrás, de vez en cuando alguien se distingue en nuestro camino, lo tomamos de la mano para saber si quiere caminar a nuestro lado, si así sucede, esa persona caminará con nosotros por un tiempo indeterminado. El camino que queda atras, suele ser hermoso, mejor dicho SIEMPRE es hermoso, lo vemos de una manera tan bella, y sin ningún bache, que pareciese una utopia, vemos las flores, los senderos, las plantas, los animales y todo lo bonito, que opaca enormemente aquellas piedras que encontramos en el camino.
Pero, cuando levantamos de nuevo la vista hacia el horizonte, ahí esta, se encuentra ahí, estático aquello que deseamos alcanzar, muchas veces, parece nunca acercarse, y otras, cuando levantas la vista para verlo nuevamente, lo tenés ahí, en frente.
Sucede que a veces, estamos tan enfocados en mirar hacia delante, que no vemos por donde caminamos, ni que pisamos, hasta que de pronto, hacemos un paro para descansar, vemos hacia atrás y lo único que alcanzamos a ver, son cosas tan hermosas como tristes, que ya no podremos volver a vivir, personas que nos saludan con lágrimas en los ojos, personas que agradecen que hayamos pasado de largo, personas que ni nos recuerdan, pero nosotros si a ellas, y un sin fin de cosas que un humano puede vivir.
Pero, ahi radica el problema, que sucede cuando el ser humano levanta la vista sobre su hombro, y lo único que ve hacia atrás, ¿es un camino de espinas?
¿Que sucede entonces? Cuando pasa, perdemos las ganas de seguir adelante, empezamos a ver nublado nuestro horizonte y nuestras metas, nuestras ganas de vivir decaen, y ya no somos capaces de dejar una mínima huella en el sendero por el que transitamos.
Puede que sea curioso, pero al escribir estas lineas, no estoy seguro de como me siento, feliz, triste, angustiado, melancólico, realmente no lo se. Lo que si se, es que al mirar atrás, veo rosas, espinas, amapolas, nieve, luz, piedras, brisas, personas y recuerdos que habitan en mi gracias a que los viví.
Curiosamente, para mi no es razón suficiente para seguir caminando hacia mi meta, mas aun cuando ya me he acostumbrado a que cuando por fin doy un paso, ella se aleja 2, y mas acostumbrado aún, a transitar ese sendero solo, es por eso que las pocas personas que se han acercado, lo han visto con detenimiento y se han ido, volviendo a dejar en el solo rosas y espinas...
"-Mira hacia atrás... ¿Que ves?-
-Hermosas flores-
-Genial, sigue caminando entonces-"
Este es el camino que he visto, sin embargo, me siento desanimado
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